La navaja suiza de las producciones audiovisuales y los espectáculos
El sector audiovisual y de espectáculos, como el resto de los sectores, incluye diferentes perfiles profesionales sin los cuales seria imposible llevar a cabo cualquier proyecto. Uno de ello es el de Auxiliar de Producción. Una pieza clave encargada de gestionar los recursos humanos y técnicos antes, durante y después de una producción de cine, tv, publicidad, vídeos, fotografía… o de espectáculos, eventos, conciertos, teatro…
Versatilidad, capacidad de adaptación y un amplio conocimiento del mundo audiovisual. Las claves para llevar a cabo las múltiples y diferentes funciones de un Auxiliar Audiovisual.
Cuéntanos en qué consiste tu trabajo. ¿Cuáles son tus funciones?
A día de hoy no puedo decir que tenga una especialidad definida. Soy, como dice el refrán “aprendiz de mucho y maestro de poco”. Afortunadamente eso puede ser tu “marca personal”. Suelo resultar una especie de “navaja suiza” allí donde trabajo. Como digo siempre en broma, “Lo mismo te redacto un cable que te enchufo un documento”. No sé si sería lo más exacto decir que tengo un perfil “variado”. Trabajo como Ayudante de producción (haciendo gestiones) o de Asistente (haciendo cualquier tarea auxiliar que requiera el proyecto). Un día estoy haciendo gestiones burocráticas y otro día estoy conectando cables. No soy un referente en nada, pero siempre tengo algo que hacer. Y esto es útil en proyectos de bajos recursos.
Cuanto mayor es el proyecto, menor es el “escalón” en el que me sitúo, lógicamente. He trabajado desde en vídeos musicales con presupuestos de tres cifras (haciendo el trabajo de tres o cuatro personas), hasta en rodajes cinematográficos para multinacionales (donde tenía una tarea concreta y muy específica). Me gusta decir que “lo que aprendo en los proyectos grandes intento aplicarlo en los proyectos pequeños”.
De todos los proyectos en los que has trabajado, ¿cuál o cuales son los que recuerdas con más cariño? ¿Por qué?
Aunque suene a frase hecha, cada uno tiene su particularidad especial. Quizás haya una docena de trabajos a los que guarde especial cariño. Y los motivos son el aprendizaje y la superación afrontando tareas nuevas, pero sobre todo el ambiente personal.
Con especial cariño recuerdo mi primer trabajo tras finalizar mis estudios. Como meritorio. Fue un rodaje de un mes. Mi recompensa fue aprender prácticamente todo lo necesario para poder desenvolverme en cualquier situación profesional. Es importante adquirir conocimientos iniciales, pero es igualmente es importante saber a quién deberás acudir cuando necesites adquirir otro conocimiento más. Dicho de otro modo: saber “quién es quién” en un equipo.
También recuerdo con cariño alguna “super producción” en la que he tenido oportunidad de ser una pieza más del engranaje.
Alguna anécdota, buena, mala, divertida… que quieras compartir?
Lamentablemente aquí no soy muy “políticamente correcto”. Anécdotas buenas siempre hay en lo personal. Sin embargo la “mala fe” de algunos profesionales siguen manchando el sector. Desde empleadores que abusan de los profesionales, hasta profesionales que se hacen hueco a costa de intentar manchar injustificablemente la reputación de otros compañeros. La reputación lo es todo. Y no falta quien es capaz de mentir para beneficiarse.
Como “anécdota positiva” haber viajado para trabajar me ha dado la ocasión de visitar lugares donde no había estado. Como “anécdota negativa” algunos empleadores que no han cumplido (es decir, que no han pagado) no tienen reparo en recordarte que en este sector hay que ser “discretos” (refiriéndose naturalmente a que hay que ser “discretos” para no advertir a otros compañeros freelance de que ciertas empresas no pagan lo que prometen).
Para no limitarme a lo negativo, diría que lo más divertido (y gratificante a la vez) es compartir tus humildes experiencias con compañeros para los que es su primer proyecto. Cualquier anécdota que les cuentes les resulta fascinante.
¿Cuándo te diste cuenta que está era tu vocación?
Realmente fue un proceso. Y duró 15 años nada menos. Mi llegada al sector es un tanto curiosa. En la adolescencia quería ser músico (algo habitual entre adolescentes, después de todo). Comencé a interesarme por la idea de ser productor musical o técnico de sonido, sin saber cómo ni dónde estudiar para ese objetivo, y sin recursos económicos, lógicamente. Por aquel entonces (finales de los años 90) no había aún auténticos medios en Canarias para esto. Así que terminé aceptando a mis veinte años un trabajo “de 9 a 5”, estable y pagado razonablemente. Lo que llaman “un trabajo normal”. Y a continuación sucede lo “habitual”: Encuentras pareja, quieres formar familia y empiezas a pensar que lo de “el mundo del espectáculo” es mejor dejarlo como un hobby. Pero en el fondo nunca se me fue esa curiosidad por saber qué habría ocurrido si hubiese tenido los recursos (económicos) para estudiar en Madrid o Barcelona un curso de Técnico de Sonido.
Pero el tiempo te da sorpresas. Más de una década después la vida me dio un giro y me obligó a tomar el camino que no me había atrevido a tomar. No había sido capaz de abandonar mi trabajo “estable” (en el que, honestamente, pensaba jubilarme aunque no me agradase). Pero apareció aquella “crisis del 2008”. Ese trabajo desapareció contra todo pronóstico. La empresa quebró por la crisis económica (habiendo trabajado en el sector de la construcción todo este tiempo, las posibilidades de encontrar un puesto igual eran nulas). Y me vi, con casi 35 años, sin trabajo pero con los ahorros suficientes para estudiar dos años y jugarme el futuro a una carta. Gasté todo lo que tenía en estudiar un Ciclo Superior en Producción de Audiovisuales y Espectáculos. Y fue la mejor decisión de mi vida. En los dos años que pasé estudiando, no logré ni una sola entrevista de trabajo para un empleo similar al que acababa de perder (diez años de experiencia en el sector de la construcción, en ese momento ya no valían absolutamente para nada, y las empresas seguían cerrando una tras otra).
Costó sacrificio, y, sin ser dramático, diré que no abandoné los estudios gracias a los compañeros. Personas de 20 años me enseñaron a soñar de nuevo a mis casi 35 de entonces.
¿Qué ha cambiado desde que empezaste en tu profesión?
Creo que llevo relativamente poco tiempo para valorar esto. Empecé hace 5 años y en los últimos 3 ya puedo decir que me dedico plenamente al sector audiovisual y de los espectáculos. Aunque diría que las redes sociales profesionales como LinkedIn (y en ocasiones las consideradas “no profesionales” como Instagram) son un gran escaparate para ampliar tu red de contactos y potencialmente postularte para ofertas de trabajo de las que no tendrías conocimiento de otro modo.
También diría, aunque esto sea un poco “barrer para casa”, que ser un profesional con un perfil multidisciplinar en ocasiones me ha abierto algunas puertas.
¿Hacia dónde crees que se dirige tu sector? ¿Cuáles son las tendencias?
Esta pregunta no tengo el bagaje profesional para responderla en profundidad. Honestamente. Pero en todo el mundo parece darse una tendencia hacia el streaming en detrimento del cine para exhibir en salas. Y los espectáculos cada vez integran más medios técnicos. Si bien esto es algo que puede concluir cualquier persona que sea un profesional o meramente un consumidor de estos productos.
Actualmente no acabamos de salir de una cuando estamos en otra. Pandemias, crisis energéticas, guerras… ¿Cómo te afectan profesionalmente estas situaciones? ¿Qué ha supuesto para ti el Covid19? ¿Qué cambios han llegado para quedarse?
No podría valorar en qué forma afectan los acontecimientos globales en general. Pero evidentemente la pandemia del Covid19 ha introducido normas nuevas en el reglamento del juego. Y aunque algún día (esperemos) termine de desaparecer, el proceso es muchísimo más lento de lo que a cualquiera le gustaría creerse. A día de hoy, un rodaje cinematográfico con un equipo de 600 profesionales, requiere de un departamento de Salud de unas 50 personas. Sin unos protocolos estrictos (mascarillas durante toda la jornada, tests diarios y vigilancia por parte de un equipo de personal específicamente contratado para ello), cualquier rodaje está condenado a paralizar su producción antes incluso de iniciar el rodaje.
Recientemente lo viví trabajando en un largometraje para una plataforma mundial de streaming. Una gran superproducción (de esas con presupuestos tan desorbitados que parecen irreales) se paralizó al segundo día de rodaje. Una sola persona infectada, en un sólo día, inevitablemente va a crear un brote entre todo el equipo debido a las condiciones de trabajo (jornadas largas y compartiendo espacios). La solución, ineludiblemente, es aplicar protocolos higiénicos propios de un centro de salud en los primeros días de la pandemia. Y esto es algo muy real, de lo cual no todo el mundo es consciente, por desgracia.
Tu profesión, como muchas otras, necesita un reciclaje permanente para estar al día. ¿Cómo lo haces?
Investigar el infinito recurso de internet en busca de consejos o tutoriales para resolver necesidades puntuales se ha convertido en mi principal pasatiempo. Pero realmente no dejo escapar ningún curso de formación que se me presente. Da igual la disciplina concreta. Me interesa dedicarme al rol de la Producción, pero me inscribo también en cursos de iluminación, fotografía, sonido, edición… Considero que, como mínimo, siempre me será útil para comprender las necesidades y el enfoque de todos los departamentos que forman parte de un proyecto audiovisual.
¿Cuáles son tus referentes profesionales?, ¿a quién admiras?
Honestamente no diría que tenga una admiración particular por algún profesional. Admiro a quienes logran emprender, en general.
¿Por qué decidiste ser freelance?
Nunca he sabido responder a esa pregunta. Realmente para mí en particular no es una decisión. Simplemente es la realidad con la que me encuentro. Las productoras audiovisuales tienen una pequeña estructura fija de personal, y contratan a gran parte del equipo para cada proyecto concreto. Yo siempre he formado parte de esos equipos “temporales” que trabajan durante un proyecto. Nunca me han ofrecido formar parte de la estructura “fija” de una empresa productora. Aunque a día de hoy reconozco que me costaría un poco renunciar indefinidamente al placer de cambiar radicalmente de ambiente cada pocos meses.
¿Cuál es la mayor ventaja de ser freelance? ¿Y la mayor desventaja?
La mayor ventaja es cambiar de “oficina y compañeros” cada pocos meses. La mayor desventaja, es justamente no saber si para cuando termine el proyecto actual ya habrás encontrado el próximo trabajo.
¿Qué haces para darte a conocer?
Aunque suene a tópico, simplemente trato de hacer mis tareas lo mejor posible. Cada trabajo me ha venido por referencias positivas de un anterior compañero o superior. Como personal de producción, no realizo un trabajo artístico o técnico que pueda ser mostrado gráficamente. No dispongo de un “video resúmen” de mis mejores obras. Mi función es facilitar el terreno para que puedan realizarse. Pero no son “mis” obras.
¿Cómo consigues tus clientes, nuevos proyectos…?
Uso una mezcla de técnicas de la “vieja” y la “nueva” escuela. Sigo contactando telefónicamente empresas nuevas para presentarme y enviarles un tradicional currículum por email. Y por otro lado aprovecho cualquier oportunidad de ampliar mi red de contactos, ya sea en los proyectos como durante una formación. Bajo mi experiencia personal, cuando ambos “acontecimientos” se encuentran, ahí aparece una oportunidad de trabajo. Es decir: Si alguien que ayer recibió tu currículum, hoy habla con alguien que ya te conoce, y éste último le da una “referencia positiva” (lo que llamamos una “recomendación personal”) entonces se produce justo lo que esperábamos: Suena el teléfono, y es alguien proponiéndote un nuevo proyecto.
¿Qué herramientas utilizas para ser más eficiente en tu trabajo?
Como tales herramientas, el móvil y el ordenador portátil. Si tuviera que mencionar una herramienta o aplicación específica, diría que una hoja de cálculo (Excel o Google Sheets) es algo que voy a utilizar para prácticamente todo lo que suponga realizar gestiones y su seguimiento.
¿Cómo gestionas los valles y los picos que afectan a todos los freelance?
No los gestiono. Simplemente los vives. Los “disfrutas” o los “padeces”. Como freelance aspiras a tener una “continuidad laboral”. Es decir, terminar un proyecto y tener otro en el que comenzar. Contra todo pronóstico en la era “post-confinamiento” parece estar habiendo más trabajo disponible incluso que antes. O al menos es lo que me ha sucedido a mí. He tenido más trabajo ahora de lo que hubiera esperado. Desconozco hasta cuándo puede durar esta racha.
¿Qué consejos darías a alguien que quiere dedicarse a tu profesión?
Que se marque una hoja de ruta. Pero sólo a corto plazo. La mayoría de profesionales que conozco empezaron teniendo una idea clara de lo que querían hacer y terminaron siendo buenos profesionales pero en otra disciplina distinta del sector. Al igual que yo soñaba con ser técnico de sonido en concierto y hoy mi pasión es el trabajo de escritorio, teléfono y ordenador. Alguien que estudia para ser iluminador termina siendo operador de cámara. Alguien que estudia para ser guionista termina dirigiendo. Alguien que estudia para ser técnico de sonido termina siendo actor… Los casos similares que me he encontrado son incontables.
¿Te relacionas con otros freelance? De tu sector y de otros
Casualmente algunos compañeros se han convertido en amigos. No es algo premeditado. Pero la mayoría de mi círculo pertenece a otros sectores. Si comparto tiempo con compañeros es inevitable hablar de trabajo. Y a veces, sin darnos cuenta, lo que necesitamos es evitar hacer eso.
¿Sabes desconectar del trabajo? ¿A qué dedicas tu tiempo libre?
Sinceramente diría que no. Mi principal pasatiempo resulta ser pasar horas buscando información y formación sobre temas relacionados con mi trabajo. Mejorar es mi prioridad porque, como siempre digo, “empecé tarde en esta carrera, y debo correr más rápido para alcanzar los objetivos”. Recuperar el tiempo perdido, pero disfrutar del camino.