“Me di cuenta que contar historias era lo que me gustaba, y para
eso, estar detrás de las cámaras es mucho mejor.”
Un hombre orquesta se conoce como aquel que se encarga de todo en una producción audiovisual, desde el guión, la dirección hasta la postproducción del proyecto. Hoy entrevistamos a Iker Casado, uno de nuestros socios que trabaja como realizador audiovisual, dedicándose desde la preparación, pasando por la grabación como por el montaje del mismo. Un autentico “hombre orquesta” de hoy en día. En esta entrevista descubriremos el verdadero significado de “buscarse la vida” y las calamidades y fatalidades que supone dedicarse a este mundo a día de hoy.
¿Quién eres y a qué te dedicas?
Hola, mi nombre es Iker Casado y mi ocupación principal es la edición. Llevo editando desde los 9 años, hasta que me especialicé al hacer un grado superior de realización. Ahora mismo estoy trabajando en un gabinete de comunicación grabando y editando vídeos en un hospital. Pero también me van saliendo trabajos a través de contactos que tengo en el pueblo en el que llevo toda la vida.
¿Por qué elegiste trabajar en este mundo?
Desde pequeño sabía que me gustaba: siempre recuerdo que mi tutor de 3 de la E.S.O. les decía a mis padres que era de los pocos de la clase que sabía en que quería invertir su futuro. También es cierto que cuando no sabes de la industria no sabes en qué lugar quieres estar, y por lo tanto, al inicio quería ser actor, ya que es lo que está delante de la cámara. Hasta que me di cuenta que contar historias era lo que me gustaba, y para eso, estar detrás es mucho mejor.
¿Qué dirías a alguien de esta profesión que no la conozca y debería saber?
Siempre hablando desde mi punto de vista personal diría que lo mejor es la cantidad de cosas sobre las que aprendes. A raíz de hacer vídeos de todo tipo, acabas descubriendo muchos puntos que no están relacionados con el trabajo en sí. Una vez tuve que estar todo un año grabando el proceso del vino, y ahora se muchos detalles sobre el tema, y ahora edito vídeos sobre medicina continuamente, por lo que podríamos decir que estoy a la última en ese ámbito.
Como parte negativa tendría que mencionar la estabilidad laboral, ya que como freelance hay meses en los que me salen muchos trabajos y otros en los que no tanto. A la hora de gestionar una vida económicamente estable es, desde luego, un problema.
¿Qué es lo más inusual que has encontrado en este trabajo?
Una vez tuve que grabar un vídeo promocional sobre una vía ferrata, que comenzaba con una tirolina que cruzaba un puente por encima, teniendo debajo un río. Para grabar toda la travesía yo tenía que hacer el recorrido, con tan mala suerte, que al ser los primeros que probaban todo, resultó que algunos mosquetones no tenían el tamaño necesario y me quedé en mitad de la tirolina, teniendo que avanzar con mis brazos, que lo cierto es que no los tengo demasiado musculados. Menos mal que había un dron grabando y tengo esas imágenes para enseñar mi momento ridículo a todo mi
entorno. Siempre con sentido del humor.
¿Por qué recomendarías esta profesión?
Creo que es muy satisfactorio ver un resultado final tras un duro trabajo. El nivel de estrés siempre compensa la satisfacción personal de ver ese resultado con el que se trata siempre de contar o transmitir algo. Si ves a alguien asustarse tras grabar un corto de miedo, o al público riéndose tras grabar una comedia, esa satisfacción siempre merece la pena. Ver a un cliente contento con como has plasmado su idea o su trabajo en un vídeo es muy satisfactorio.
¿Dónde te gustaría llegar profesionalmente?
Sin lugar a dudas esa inquietud que tengo desde siempre de sacar historias de dentro es a donde me gustaría llegar algún día, a poder vivir de sacar fuera esas inquietudes. De momento me conformo con contarlas de manera de hobby y hacer otro tipo de cosas para poder comer.
¿Qué cambiarías de esta profesión en la actualidad?
Al final siempre hay unos cuantos que hacen muy bien su trabajo y siempre se cuenta con los mismos para hacer las producciones más grandes. No es culpa de ellos, simplemente han llegado ahí y el resto los conoce. Pero abrir un poquito ese círculo no estaría de más.
¿Qué trabajos han sido tus favoritos?
Diría que cuando me ha tocado ejercer de hombre orquesta para producciones más personales: alguna vez que he tenido que realizar sketches de humor entre amigos para alguna plataforma digital que contactaba con creadores. Siempre fue divertido, satisfactorio y a la vez duro, pero nunca llegó a cuajar en el sentido económico, por lo que esas aventuras terminaros. Pero ojalá hubieses salido adelante y haber vivido de ello.
¿En qué consiste tu trabajo?
Generalmente me toca llevar mi propio equipo (distintas cámaras, trípodes, dron, que he ido adquiriendo con el tiempo) y grabar generalmente con bastante libertad, pero atendiendo a lo que el cliente me dice (desde a unos niños en una escuela infantil, hasta un evento de patinaje artístico). Después toca darle forma a todo lo grabado desde un ordenador que también es el mío, normalmente con muchos cambios por parte del cliente, que suele ir improvisando sobre la marcha lo que quiere.
¿Crees que estudiar tu oficio tiene actualmente salidas profesionales?
Hoy en día cada vez tener apoyos en vídeo de los negocios o actividades es más habitual y necesario, y suele haber trabajo. Otra cosa es la falta de estabilidad que comentaba antes, que es notoria.
¿Cual fue tu primer gran trabajo?
De manera profesional diría que fueron las practicas del grado superior: unos
documentales sobre pastoreo que tuve que hacer para una asociación cultural. En una ocasión estuvimos en el monte cuatro días, alojados en una cabaña perdida con placas solares, que a las 22:00 ya no teníamos luz y no podía ni ver una serie antes de dormir. Las experiencias que os comentaba antes.
¿Te suelen gustar los trabajos que realizas? ¿Trabajas mejor cuando te gusta el trabajo en si?
Sin duda cuanto más te atrae el proyecto más implicación tienes, más disfrutas y más se refleja en el resultado. Pero siempre intento buscar algo que me atraiga de cada trabajo. Por ejemplo grabando en una escuela infantil, grabando a niños de 2-3 años comiendo, me divertía mucho grabar primeros planos de sus caras de tomate hasta las orejas. Parecía que venían de la guerra, y me imaginaba una película bélica. Cosas que hace uno para no aburrirse demasiado.
¿Por qué elegiste Freelance?
Con la poca estabilidad de los trabajos hacerse autónomo es una locura, ya que hay meses en los que literalmente no tengo nada de trabajo, por lo que era una gran opción. Y a día de hoy sigo muy contento, tanto, que ya no se ni cuantos años llevo dentro. Tendría que mirarlo.
¿En qué o quién te inspiraste para entrar en esta profesión?
Llevo tanto tiempo grabando y contando mis historias que no sé quién me inspiró, pero desde luego tengo referentes cinematográficos que siempre me han gustado a la hora de como ponen las cámaras o como narran. Creo que de los últimos años me gusta mucho la manera que tiene de contar cosas Ari Aster, sin duda uno de los directores de terror más interesantes de los últimos años.