Skip links

Yo soy Freelance

Del inglés lanza-libre, que no trabaja para un señor, el freelance se ofrece a cualquiera que esté dispuesto a pagarlo a cambio de un servicio profesional. No tiene amos ni jefes, solo el compromiso de un trabajo bien hecho para que cuenten con él. Formación, capacitación, profesionalidad y honestidad deben ser las normas de esta orden de caballeros freelancers dispuestos a dejarse la piel en la cruzada de la vida.

El trabajo freelance resulta en muchos casos solitario. El freelance echa de menos compartirlo con colegas, intercambiar opiniones, conocer lo que están haciendo otros, saber si está actualizado o pasado de moda.

Los freelancer no tienen horario, ni vacaciones pagadas, ni regularidad en los ingresos, ni reconocimiento, ni falta que les hace, porque son de una pasta especial. Una especie en peligro de extinción. Arriesgan, juegan, experimentan, fracasan y lloran. Pero se levantan y siguen luchando. Personas que disfrutan con su trabajo, se automotivan por una inquietud personal, no necesitan palmaditas en la espalda, ellos mismos saben cuándo un trabajo está bien hecho. Buscan siempre la excelencia porque es la única manera de sobrevivir. Aprenden de los errores y acaban alcanzando el éxito. Es cuestión de trabajo, esfuerzo y perseverancia. Lo saben y a ellos va dedicado esto.

photographer-819365_1920